Este texto fue publicado en diferentes formatos hace más de dos años. Fue escrito en colaboración con Ana Pucci.
Por Seba Bruzzese
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Introducción
Desde mayo de 2018 y hasta el 2026 Urano transitará, en su revolución sideral, el signo de Tauro. Podemos esperar que las transformaciones que fueron apareciendo en el mundo en los últimos seis años comiencen a tomar forma, a cuajar, a volverse parte de los recursos con los que cuenta la humanidad. ¿Qué cambios traerá este tránsito en nuestra forma de comer, de trabajar y de disfrutar de la vida? ¿Qué puede aportar este tránsito a las investigaciones que hace constantemente la ciencia sobre la vida, sus formas y la capacidad humana de intervenir en el corazón de sus procesos? La ciencia postula que la vida es en realidad un desequilibrio, y que se puede detectar si hay vida en otros planetas observando si su atmósfera es o no equilibrada. La vida, según algunos, es la mejor forma de aportar la máxima entropía posible al universo. ¿Es posible considerar la tierra entera como un enorme organismo vivo? ¿Se vuelve posible pensar la vida como un flujo de información capaz de autoreplicarse? ¿Qué separa, entonces, un sapo de todo el universo, capaz de replicarse en sus agujeros negros? ¿Contra qué vida atentamos los humanos cuando generamos una enorme degradación de lo que hemos llamado ambiente?
¿Qué nos hará sentir este tránsito? Para quienes nacieron entre el 74 y el 84, y vienen de haber transitado una oposición con el lugar que ocupaba plutón en el cielo natal, Urano se hallará en oposición consigo mismo en sus cartas, trayendo la necesidad de sacudirse las rigideces que han ido aportando los tránsitos saturninos. Para quienes tenemos a Plutón en el signo de escorpio porque nacimos entre el 84 y el 93, este tránsito traerá un movimiento fuerte aportado por revelaciones repentinas, en las que seremos conscientes al mismo tiempo de nuestro poder y de nuestra impotencia. Los tránsitos que aporte a estas subjetividades sin duda resonarán también en nuestra estructura social, y será tiempo de repensar qué sucedió en el último golpe militar y cuán posible es que renazcan esas pasiones conservadoras o sí, por el contrario, aceptamos las transformación que sucede a tanta muerte, a tanto dolor. Urano entrará en cuadratura con Acuario y Con leo, además de la oposición con escorpio, así que quienes tengan Urano en su carta natal en alguno de sus tres signos, van a estar habitando el ciclo uraniano de reestructuración de las condensaciones y separaciones que aporta saturno. Urano buscará que la separación que va trayendo saturno me vincule al tiempo que me separa, posibilitándonos entender que somos con los otros.
Hay en Tauro un gusto por lo primitivo, una pulsación de lo primitivo, un latido de lo vivo que resiste las codificaciones modernas que Urano expande permanentemente. La fuerza de la innovación tecnológica va arrastrando lejos de ese espacio primitivo nuestra vida y nuestrx cuerpx. La tecnología permite producir donde antes no era posible, como antes no era posible; pero al mismo tiempo los placeres de la alimentación van cediendo, y las frutas y verduras pierden cada vez más su sabor. De pronto un tomate ha dejado de tener un abanico de sabores para empezar a tener sólo uno, y más que aportar placer soluciona el problema de la alimentación. Si para Urano el fin justifica los medios, para Tauro los medios son el espacio en donde se despliega el placer. Sacrificar las relaciones sensoriales que entablamos con la materia para alcanzar un ideal será algo que, en los próximos años marcará algunas tensiones. Tensiones que además, en muchos casos, tendrán el escenario de la riqueza y el apego a lo material (otro asunto taurino): el ideal por el que se sacrifica el sabor de los alimentos es la rentabilidad elevada de unos pocos actores disfrazada apenas y sin mucho esmero de una preocupación filantrópica por la alimentación de la humanidad. El campo de la alimentación será significativo, pero no será el único en donde veamos manifestarse la tensión entre lo primitivo y las nuevas formas de habitar el mundo. La sexualidad, el género, el rol femenino y las diversidades que transforman el sistema sexo-género que se han ido abriendo en los últimos años traerá otra serie de tensiones con las pasiones conservadoras.
La tensión entre Urano y Tauro también es la tensión entre lo manifestado y lo infinito. La ley de correspondencia dice que como es arriba es abajo, así en la tierra como en el cielo. Urano se mueve en el cielo mientras tauro es esta tierra que nos sostiene. En este encuentro podemos hallar que en el fondo de la tierra está el cielo, tanto si vemos a la tierra flotando en el espacio como si aceptamos que la ley terrestre es reflejo de la ley celeste: lo que organiza la materia en la tierra se rige por las mismas leyes que rigen el universo entero. Podemos mencionar también que este tránsito tensiona y evidencia la disputa cada vez más significativa entre el paradigma intervencionista (que pone la ciencia por sobre lo biológico) y el paradigma fisiologista (que le da mayor importancia a los procesos naturales biológicos que a los conceptos humanos con los que los codificamos). Ambos representan una manera de observar la realidad y de manipular nuestros recursos (corporales, reproductivos, productivos). La necesidad de establecer un diálogo entre ambos paradigmas quizás pueda lograrse llegando a un tercer paradigma en donde el avance tecnológico y científico acompañe y asegure el normal desarrollo de un proceso biológico, sin entorpecerlos ni ponerse por sobre; pero tampoco siendo inocentes respecto de la inexorable relación entre lo fisiológico y lo cultural.
¿Cómo se trasformará, en los próximos años, la relación con el placer, con la seducción y la sensualidad? ¿Hasta dónde llegará la injerencia de las apps en el mundo de la seducción? ¿Las mujeres-amantes serán reemplazadas por robots, así como los trabajadores fabriles? La industria de las muñecas sexuales sin duda ampliará su avance hacia regiones en las que la inteligencia artificial cobra mayor preponderancia y peso.
La robotización de todos los trabajos y del sector agrícola traen una enorme cantidad de preguntas nuevas, algunas centradas en la desocupación, otras en el subconsumo, y algunas más centradas en las enormes crisis que puede generar la falta de mercados al reducirse los salarios que pagan las fábricas y empresas. Por otra parte, la calidad y la forma de producción de los alimentos será otro tema que aparecerá en la agenda en los próximos años. Tal vez a partir de cambios súbitos en el clima (sequías, inundaciones, granizo) o tal vez por la evidenciación de los efectos de un modelo productivo que tiene poco tiempo de vigencia y mucho apoyo de grandes sectores científicos, económicos y políticos; apoyo ganado en muchos casos más a fuerza de billetes que de razones reales.
En este texto nos proponemos dar cuenta de algunos de los proceso que puede profundizar o a los que puede dar lugar el paso de Urano por el signo de Tauro. Un halo general, es que más que traer novedades sacadas de la galera uraniana, el proceso consumará cosas que han aparecido en el tránsito por aries, sacando a la luz y dándole cuerpo a cambios de los que ya se ha tenido noticias.
Comenzaremos trabajando algunos los elementos del contexto sociohistórico y astrológico, para entender las resonancias de este tránsito en particular tanto en base a lo que vemos que será su sustancia, como a las energías celestes con las que trabajará. ¿Que pasaba en los tránsitos anteriores de Urano por Tauro? ¿Es viable pensar en que algo del nazismo puede resurgir? ¿Cómo se relacionó urano con el resto de los transpersonales en tránsito antes, y qué podemos esperar que suceda en este pasaje por el signo de Tauro?
Abordaremos también la relación de los arquetipos mitológicos que el planeta y el signo representan, y la relación de los movimientos de urano con los movimientos políticos contemporáneos en donde la mujer es una actriz fundamental de los procesos de transformación. También intentaremos dar cuenta de los cambios que podrán experimentarse en el ámbito de nutrición y el trabajo, y para terminar arriesgaremos algunas hipótesis respecto de la radicalidad que puede aportar este tránsito a nuestra sociedad contemporánea.
La fiesta en la que Urano se vestirá de Tauro.
Algunos elementos para pensar el contexto socio-histórico.
Es interesante pensar que durante el paso de urano por Tauro en 1851 hasta 1859 Napoleón fue emperador francés, deteniendo una poderosísima revolución que fundó las bases de nuestro mundo moderno. Napoleón vuelve atrás muchas transformaciones que habían impulsado los revolucionarios franceses, como por ejemplo la abolición del calendario eclesiástico que reemplazó la semana de siete día por una de diez y arrancó de cuajo una enorme cantidad de feriados religiosos. La contrarreforma napoleónica permite estabilidad en Francia, y en Europa en general. Funda un imperio a partir de este retorno, y logra terminar (cuando cae, cuando es derrotado) con una forma medieval de construir lo real.
Durante el siguiente paso de Urano por Tauro tenemos a Hitler haciendo un movimiento similar: intentando volver atrás los cambios de la modernidad sobre su alemania devastada por la primera guerra, proponiendo una revolución conservadora, crea un imperio enorme. Hitler frena el avance de la revolución Rusa, que amenazaba con expandirse por europa y el mundo. De hecho, desde el tránsito anterior de Urano por Aries, a mediados del 1800, un fantasma recorría europa: el fantasma del comunismo. Ese fantasma termina de ser contenido por el nazismo y su derrota. La caída de este imperio marca el fin de la supremacía de Europa en el mundo, para ceder paso al imperio actualmente vigente, que se constituyó como el vencedor de la batalla contra el mundo dividido en dos que nos dejó el final de la segunda guerra mundial.
Make america great again (Hacer a América grande de nuevo, frase de campaña de Donal Trump) es algo que, desde esta perspectiva, puede erizarnos los pelos. El resurgir del klu klux clan, los supremacistas raciales y una retórica recalcitrantemente conservadora (desde lo económico hasta lo socio-político) presagia un movimiento funesto. Pero la gran pregunta que cabe hacerse es ¿cuál es el proceso revolucionario que busca interrumpir esa retórica?
Podemos ubicar que los grandes cambios de paradigma los propone urano en aries. La revolución industrial sale a la luz en ese tránsito, fundando lo que conocemos en estos días como capitalismo. También, en el tránsito siguiente, Urano en Aries trajo el manifiesto comunista, la comuna de parís y otros eventos que decantaron durante el siguiente ciclo uraniano construyendo la polaridad capitalismo-comunismo, conflicto que termina con Urano en Capricornio a finales de la década del 90, y que amenaza permanentemente resurgir cuando Rusia y china vuelven a oponerse al eje norteamericano, incluso bélicamente). Desde esta perspectiva, el movimiento político que ha adquirido mayor envergadura durante el último tránsito de Urano en Aries es el feminismo, con lo cual es esperable que durante el tránsito de Urano por Tauro se consolide como fuerza política, al mismo tiempo que la reacción aparece limitando su alcance. Podemos ver atisbos de esa reacción a veces solapada en movimientos como padres del obelisco en nuestro país, y a veces muy evidente como en el caso de los incel (célibes involuntarios) en países del primer mundo, un movimiento que desprecia activamente a las mujeres. En canadá, un joven activista incel atropelló y mató a ocho mujeres en mayo de este año.
En argentina existe una tensión entre el trabajo y la comida, así como en el resto de los países que producen principalmente alimentos. En los países que exportan manufacturas, es importante que el valor de los alimentos sea bajo, para que la carga de los salarios se achique y los productos puedan ser competitivos en el mercado mundial. Pero cuando lo que se exporta son los propios alimentos, la tendencia es que las manufacturas serán costosas, los salarios altísimos y el costo de vida muy elevado. En un escenario de robotización del sector agrícola veremos reducirse drásticamente las pocas fuentes de trabajo que brinda el sector, con el consecuente achicamiento del mercado interno. Para decirlo en términos sencillos: si el modelo es el de un país sojero, sobran unos treinta millones de argentinos. En este escenario agrícola que se vuelve posible gracias a la modificación genética de las semillas (que trae aparejada la predictibilidad de su comportamiento y la estandarización de su forma de cultivo), son las propias lógicas de cultivo las que pueden habilitar esta reducción de la población. Las modificaciones en la forma en la que se cultiva generan una enorme cantidad de venenos en las zonas de cultivo, que no sólo generan cáncer sino que avanzan a través del agua, llegando a los ríos y eliminando la fauna ictícola; y avanza a través del aire, eliminando las abejas, que son responsables de la reproducción de las plantas cuyas semillas no han sido modificadas genéticamente. Se siembra un modelo de muerte, que necesita la muerte de todo salvo de lo sembrado, y que genera y necesita la muerte de todos los que no sean sus consumidores.
Algunos datos concretos de los tránsitos inmediatos anteriores.
1767-1775
El tránsito uraniano culmina con la independencia norteamericana, que da paso, unos años después, a la revolución francesa. Sin dudas, ambos procesos profundamente solidarios con la revolución industrial que estaba tomando envergadura. En ese contexto, es abolida la esclavitud en inglaterra: cualquier esclavo que pise suelo británico es inmediatamente libre. Se inventa el ferrocarril.
1851-1859
Se inventa la aspirina en 1853, también el teléfono, y se producen avances en las redes telegráficas. Se desarrollan los primeros sistemas de grabación de sonidos. Se hacen los primeros censos, que darían lugar a las estadísticas que permiten funcionar de forma mucho más aceitada los engranajes de la bio-política. Se extiende por el mundo el uso del ferrocarril y se descubren los rayos catódicos.
Se extiende y generaliza la abolición de la esclavitud por varios países de latinoamérica y en estados unidos se tensa la situación para ser finalmente abolida en 1863.
1935-1942
En colombia, una mujer accede a estudiar medicina. Se instaura la jornada laboral de 8 horas en algunos países, como Alemania. Se patenta el radar. Se extiende el uso de la televisión, emitiéndose las primeras programaciones al aire. Nace la frecuencia modulada.
Charles Chaplin estrena Tiempos modernos.
El contexto general es de guerra y destrucción de las formas en las que se establecen vínculos con el mundo. El Nazismo, el fascismo, la guerra civil española, la guerra civil china frenada por la invasión japonesa, las purgas en el ejército rojo soviético. La búsqueda de perfección y la necesidad de imponer la propia visión de lo perfecto producen ríos de sangre en todo el mundo.
Podemos cerrar este apartado mencionando que el tránsito de Urano tiene una gran función: profundizar en los descubrimientos, acontecimientos y cambios que Aries visibiliza y que suelen venir de tránsitos profundos del ciclo anterior. Urano en tauro le da sustancia a los cambios que marcarán lo que será puesto sobre la mesa en el ciclo amplio en el que recorre los doce signos.
Contexto astrológico.
El proceso comenzará con una luna nueva en tauro, con Plutón, Saturno y la luna negra en Capricornio, Neptuno en piscis y Quirón que recién ha entrado al signo de Aries.
Respecto de la luna nueva, podemos plantear que hay por un lado la posibilidad de ver y entender los cambios que vaya trayendo este tránsito a nuestra forma de habitar este mundo como nuestro hogar, nuestro cuerpo como nuestro hogar, y también a la forma en la que armamos identidad en nuestra forma de habitar y ser el cuerpo/la casa/el mundo. Es probable que las identidades políticas que se generen en este período tiendan a ser una mezcla de estos tres elementos, así como ha sido un nuevo elemento el ecofeminismo, podemos esperar que, por ejemplo se afiancen y tomen relevancia movimientos como les feministas ati-especistas veganas okupas o les que pujan por una vida natural en casas de barro, con huertas orgánicas y cierto anhelo de retornar a ideales familiares perdidos, con una relación con el cuerpo como un espacio sagrado que a veces estará entorpecido por un pachamamismo crédulo y retrógrado. En cualquier caso, la identidad pasará a ser algo que se relacionará profundamente con la forma en la que nos relacionamos con la riqueza, con la tierra, con la vida: mi alimentación, mi grado de confort, mi relación con el medioambiente definirá fuertemente quién soy.
Por su parte, Saturno transitando el signo de capricornio promete endurecer las estructuras y defenderlas de las transformaciones, pero también se abrirá receptivamente a incorporar al mundo humano los movimientos que se vienen haciendo en una larga serie de aspectos a nivel global y también para cada une de nosotres. Saturno transitará Capricornio junto con Plutón, aportando también estructura y fuerza tanto a la parte transformadora como a la parte conservadora y reticente a los cambios que trae ese tránsito. La perversión de las estructuras patriarcales recrudecerá y se hará evidente, lo cual puede conducir a su transformación. Desde la perspectiva de Urano, lo que trae el cambio en la forma en la que construimos nuestra realidad humana es la capacidad de construir una relación más profunda con la tierra, otra forma de organizar el territorio, de habitar la propiedad, de vincularnos con el trabajo. El rol del estado se transformará profundamente en la medida en la que la robotización vaya avanzando en nuestro mundo laboral, las leyes necesarias para regular los avances en materia de bioingeniería, inteligencia artificial y robótica transformarán nuestra relación con el mundo. Por otra parte, el ejército y la policía sufrirán profundas transformaciones luego de recrudecer su tendencia perversa al asesinato de civiles, cosa que está ocurriendo actualmente, y que el tránsito de urano nos traerá la posibilidad de mirar desde otra perspectiva. Si este es el nuevo nazismo, se evidenciará y elegiremos de qué lado de la mecha estamos.
Es esperable también que se manifieste la rebeldía de la luna negra, su capacidad de traer lo negado y ponerlo sobre la mesa, y que esto se expresa con bastante behemencia en relación a transformar el estado y el patriarcado. El crecimiento y la puesta en debate de la despenalización del aborto en nuestro país está más que apoyado por este tránsito. El mito cuenta que Lilith no aceptó someter su cuerpo al cuerpo de Adán, y lo abandonó. Dios creó a Eva para reemplazarla, pero no haciendo que adán abandone sus pretenciones, sino haciendo a Eva simplemente sumisa. Esperemos que de la mano de lilith se vuelva posible dejar de legislar una expropiación del cuerpo de la mujer que tiene demasiado tiempo generando dolor, muerte y falsas reglas morales. Más adelante profundizaremos sobre esto, pero es interesante mencionar que Lilith representa un aspecto de la Diosa que los mitos patriarcales y las religiones monoteístas se han encargado de mantener en sombras. En la antigua Babilonia se veneraba a Lilitu o Ishtar como la diosa de la sexualidad y de la vida, y su culto implicaba la prostitución sagrada. El cuerpo de la mujer y su sexo tenían un poder del que necesariamente el patriarcado debía apropiarse. Lilith en tránsito por el signo de capricornio y en conjunción a Plutón implica la necesidad de cuestionar y transformar las estructuras y las leyes que sostienen una forma de castración y frustración en las áreas del deseo. Además de la posibilidad de apropiarnos de nuestro cuerpo, de su capacidad de generar placer y el poder que ello implica.
El proceso de Urano en tauro estará signado por la puesta en relieve del dolor que quirón trae a la luz. Específicamente, en el tránsito por el signo de Aries, podemos asociar a quirón con el dolor del parto, en el que resuena los estrepitosos niveles de intervención médica que alcanzamos en las zonas urbanizadas y semi-rurales. También podemos pensar en la aparición de los dolores propios de la condición masculina, las trabas y lugares dolorosos que implica ser varón, la extensión de los casos de abusos a varones (silenciados tanto o incluso más que los de las mujeres). Quirón en Aries trae la posibilidad de volver consciente el hecho de que somos parte de una máquina de guerra enfocada sobre el cuerpo de la mujer, les niñes y las identidades sexuales disidentes; y con esa consciencia, desertar. Aceptar las propias heridas, aprender de ellas, y desde esa sabiduría volvernos capaces de acompañar a otres en ese tránsito de deserción. Claro está que quirón también habla del lugar por donde somos hirientes, y desde esa perspectiva podemos pensar que la tendencia creciente de la tasa de femicidios no se interrumpirá pronto, que las amenazas que sienten cada vez más varones de perder los espacios que consideran privilegiados traerán una reacción violenta, y más violenta cuanto más profunda sea la herida de cada quien.
Paralelismos con el tránsito anterior (de 1935 a 1942).
Una cosa que nos llama poderosamente la atención es que Plutón y Neptuno están en oposición con el espacio que ocupaban durante el tránsito anterior de Urano en Tauro. Plutón se enfocó, en aquel tránsito, sobre lo que ocurría racialmente dentro de los estados que pugnaban por ser potencias mundiales. En Estados Unidos, este tránsito coincide con la refundación del Klu Klux Clan que sostenía exáctamente los mismos ideales que los nazis, y cuyo origen se remonta a los años 20. Este movimiento pierde fuerza por haber apoyado a los nazis cuando finalmente Alemania acabó siendo enemigo de los Estados Unidos. Plutón enfoca, entonces, su perversión y su muerte hacia el seno de los estados nacionales, incluso también podemos pensar la revolución rusa desde esta perspectiva, más asociada a la transformación, pero sin duda también asociada a la muerte y la perversa forma de perseguir a los enemigos internos (basta pensar en los 30 mil anarquistas asesinados en kronstadt y en las incontables purgas del PC). Ahora, Plutón en Capricornio parece estar claramente más enfocada en lo diferente, en lo que está afuera: los mismos mecanismos de tortura que se aplicaban intramuros se utilizan ahora (perfeccionados, claro está) contra cualquiera a quien se le pueda llamar terrorista (que aún si vive dentro de las propias frontera, es miembro de otra etnia). Por otra parte, el poder en aquella época nacía desde esa unidad interna, y ahora el poder parece recorrer las estructuras que sostienen cohesionados los países: las guerras suelen darse entre bloques, con apoyos o injerencias más que directamente entre estados que determinan su fuerza y su poder a través de la capacidad interna con la que destruyen al oponente. Por otro lado, la fuerza de unidad, el empaste pasa de estar centrado en la pertenencia a la misma unidad (nacional, familiar) a estar centrado en la repetición de una estructura, de una relación con el afuera. O estas con nosotros o estás con ellos se aplica, ahora, a una forma de producir y de pensar la realidad, de creer en la ley científica, de entender el mercado, las estructuras estatales, sociales. Pero así como en el tránsito de Plutón por cáncer se asiste al fin de los estados tal y como los conocíamos (después de un recrudecimiento de las pasiones nacionalistas), en este tránsito es probable que veamos transformarse los estados, los ejércitos, los varones y las estructuras que sostienen el poder patriarcal. Los criterios de construcción de verdad están cambiando profundamente, y lo que se considera verdadero es un terreno en evidente disputa, no sólo por las revisiones científicas permanentes sino también por las fake news y la posverdad. El tránsito de Urano en Tauro traerá, entonces, nuevos elementos que harán entrar en disputa estas estructuras que están cediendo con estos nuevos elementos que aparecen. Pero el hecho de que Plutón pase a Acuario antes de que Urano termine de transitar Tauro hace pensar que, finalmente, Urano oxigenará esas necesidades de cambios. Podemos pensar que lo inesperado brotará de la vida, una vitalidad inesperada aparecerá para acompañar el proceso de transformación que Plutón lleva adelante.
La entrada de Neptuno en Virgo (signo en el que está en el tránsito anterior de Urano en Tauro) está marcada por la Gran Depresión, en la que se pone de manifiesto la interdependencia social internacional que se fue construyendo a lo largo de los años anteriores, y los límites de las lógicas económicas que existían hasta el momento. Aparece el keynesianismo, el nazismo y la social-democracia.; y se empieza a construir una humanidad global por la sensación de que la caída de un país genera caídas fuertes en otros. Se avanza, desde el corazón del trabajo, la producción y el sistema que integra a les humanes en la construcción de una humanidad que engloba al total de los humanos. El proceso atravesará sin dudas muchos momentos, muchos estadios y muchas tensiones, derivando por ejemplo en la guerra fría, con Neptuno en libra, pero el proceso evidentemente no ha hecho más que profundizarse. De entonces acá, todas la innovaciones que se produjeron en el ámbito de la producción agrícola, del trabajo, de la forma en la que consumimos y producimos nuestros alimentos han fomentado la interrelación que la gran depresión evidenció.
En nuestro tránsito, lo que está disolviéndose es, por una parte, los vestigios de las identidades fundadas en lo religioso, con varios estados árabes modernizándose y un recrudecimiento de las tensiones con los fundamentalistas que parece estar hablando de un fin de ciclo. El tránsito de Neptuno por Piscis concluye en el año 2025, con Plutón ya en Acuario, y Urano empezando a transitar por géminis, por lo que parece bastante posible pensar que habrá un significativo cambio de paradigma durante los años venideros. Neptuno en piscis transformará los elementos que vinculan lo humano con la totalidad, con lo inconsciente. Es un tránsito que promete restablecer los vínculos con la totalidad, diluyendo en muchos sentidos la necesidad de la mediación entre dios y los hombres, elemento que trae la evidencia de que la iglesia pierde poder. Durante el siglo pasado, asistimos a un claro crecimiento de la población que no creía en ninguna religión. Si se ven las estadísticas por edad, es claro que las adhesiones a la iglesia están retrocediendo. Este tránsito de Neptuno por piscis tal vez venga a decirnos que todo lo que por comodidad llamamos Dios vuelve a hacerse parte de nuestras vidas con otros códigos: la energía, la vibra, los arcángeles, la pacha, google. Recordemos que durante el tránsito anterior de Neptuno en Piscis asistimos a una pugna por el poder que tenía la iglesia dentro del estado moderno (que claramente concluyó con una gran cesión de ese poder) y que la reforma protestante también fue introducida por Neptuno en piscis, favoreciendo sin dudas los múltiples acercamientos a lo religioso que en nuestros días parecen potenciarse al infinito. Mientras más cerca de la era de acuario, pareciera que Neptuno se encarga de sintonizar la relación con Dios a todas las manifestaciones humanas posibles. Si trazamos el paralelo con el momento en el que Napoleón hace sus contrarreformas para devolver el poder al Clero, es probable que en las tensiones entre Estados Unidos con los países que no son estrictamente occidentales tengan un punto fuerte en el cual se de una lucha por imponer la fe occidental en el resto del mundo, movimiento que entrará en tensión con religiones profundamente arraigadas en pueblos durante milenios. De esa confrontación, decantará el movimiento hacia una transformación más profunda y radical de la fe, pero también de lo humano.
Los mitos griegos y el Patriarcado.
a. En el principio de todas las cosas la Madre Tierra emergió del Caos y dio a luz a su hijo Urano mientras dormía. Contemplándola tiernamente desde las montañas, él derramó una lluvia fértil sobre sus hendiduras secretas, y ella produjo hierbas, flores y árboles, con los animales y las aves adecuados para cada planta. La misma lluvia hizo que corrieran los ríos y llenó de agua los lugares huecos, creando así los lagos y los mares.
Urano es la fuerza cósmica y Venus es la manifestación vital de esa fuerza cósmica. Sin la intervención de Saturno, esas fuerzas cósmicas permanecen invisibles, pero Saturno brinda estructura haciendo dialogar las fuerzas cósmicas con la sustancia psíquica, representada por el mar en donde caen los genitales de Urano en el mito. El tránsito de Urano en Tauro simboliza el reencuentro de Urano con Gea. Urano considera imperfecta la creación desde una visión ideal de perfección que nunca logrará encontrar un eco en la realidad material. En el tránsito anterior de Urano en Tauro, el nazismo enarboló estos ideales uranianos buscando una raza perfecta, sin importarle la muerte o el sufrimiento de los individuos que no se ajustaban al ideal. La tensión entre Urano y Gea también tiene que ver con la responsabilidad en la creación: los mitos patriarcales tratan de sostener un relato en el que el padre es quien es responsable y actor principal en la creación. Gea, madre de Urano, pasa a un segundo plano en la medida en la que es Urano el que decide qué hacer con sus creaciones, encerrando a los Ciclopes y a los Titanes en el Tártaro. El principio creativo se desdobla cuando Gea pare a Urano mientras duerme, y este principio masculino es quien toma la dirección sobre lo creado. Este punto de tensión culmina en la castración de Urano por parte de Cronos. En esta disputa sobre lo creado, Gea termina siendo reasignada a su rol de Madre, y le pide a sus hijos, los Titanes, que venguen el destierro al Tártaro de los Cíclopes, para lo que le da a Cronos una hoz de pedernal, que se asocia fuertemente con un símbolo lunar, con la que Cronos (Saturno) castra a Urano.
Cronos separa entonces el cielo de la tierra, lo femenino de lo masculino, construyendo el tiempo, la ley, el reinado del hombre sobre la mujer, sobre la tierra y sobre la creación, sosteniendo y rigidizando un rol femenino asociado a la maternidad como separado del deseo. Así es como se separa en dos el arquetipo femenino: por un lado la madre y por el otro la mujer deseante. Rea, esposa de Cronos, es la madre de todos los dioses del Olimpo, salvo de Venus, que emerge del falo de Urano cuando es arrojado al mar, y representa el deseo que Cronos separó, y que habita detrás de la Ley. Ese deseo, desde una construcción patriarcal, no es fundado por el principio femenino, sino que se funda en la castración (en la separación de una parte) del principio masculino.
La materialidad taurina implica la unidad de los dos principios femeninos, el principio deseante y la capacidad de engendrar, que luego son separados por el patriarcado. En otro punto del zodiaco encontramos el arquetipo materno en cáncer y en libra el arquetipo deseante ya separados, pero en tauro todavía permanecen unidos, por lo que podemos considerar a Tauro regido por una Venus pre patriarcal, tal como es descrita por imágenes y elementos arqueológicos del paleolítico medio hasta el Neolítico e incluso hasta la universalización del Mito Olímpico de la Creación.
Urano entonces protagoniza un reencuentro muy primitivo, que trae la posibilidad de inaugurar pasiones que excedan el patriarcado. La creatividad de lo femenino implica lograr religar con estos dos arquetipos disociados, y reunificarlos ampliando los límites de lo que puede crear una mujer desde su deseo.
En un principio se creía que la mujer era la única que intervenía en la reproducción, la única responsable de crear y dar vida. Esto hacía a la mujer la dueña del conocimiento sobre la vida y de la muerte, y por tanto única responsable de la supervivencia de su pueblo. Los mitos patriarcales comenzaron a tener preponderancia una vez conocido el hecho de que los nacimientos eran producto del coito. Cuando el relato patriarcal se reafirma y oficializa, las imágenes femeninas de la Diosa pierden su cualidad creadora y se constituyen como diosas lunares o en la extendida imagen de la anciana sabia o bruja, típica de los cuentos. De este modo, conserva únicamente sus cualidades reproductivas y su conocimiento acerca de los ciclos de la vida. Esto no sólo quitó poder a la imagen de la Diosa, sino que produjo una escisión entre lo Divino o Trascendente y lo físico, material y biológico. Si bien no se conocen relatos que provengan fehacientemente de aquella época (hablamos del Paleolítico superior y Neolítico, unos 30.000 años a.C.), muchos relatos conocidos de épocas posteriores se construyeron a partir de las creencias y sabidurías de esos tiempos. Por ejemplo, la imagen del chamán bailarín vestido de toro se encuentra en algunas cavernas habitadas durante el Paleolítico. Se conoce que a través de esta danza y de estos ritos, los chamanes y hombres de las aldeas seducían a los toros, atrayendolos hacia los barrancos y finalmente los asustaban haciendo que estos caigan por él. Mientras esto sucedía, las mujeres se encargaban de hacer oraciones y ofrendas a la Diosa. Una leyenda de los “Pies negros”, recogida en 1870 d. C., relata de igual manera el modo en que este pueblo cazaba el ganado de toros (una forma de caza mucho más venusina que la manera que conocemos tradicionalmente, asociada a la energía de marte):
En alguna ocasión, dice cierta historia de los pies negros, los cazadores, no pudieron incitar a los animales para que se dirigieran al despeñadero y la gente se moría de hambre. Pero ocurrió que una mañana temprano cuando una joven mujer iba a por agua, vio una manada de búfalos pastando junto al borde de un precipicio, gritó: “¡Oh! Si saltarais al corral me casaría con uno de vosotros.” Para su asombro, los animales comenzaron a saltar y tropezar, cayendo por el precipicio. Entonces un gran toro se le acercó, tomándola del brazo y se la llevó con él. Cuando la gente terminó de matar a los búfalos y trozarlos, se dieron cuenta de que faltaba la joven y su padre decidió ir a buscarla. Se acercó hasta un lugar donde pastaba una manada de búfalos, pero como estaba cansado ya, se sentó a meditar qué debía hacer. En ese momento, una urraca que volaba se posó cerca del hombre y éste, aprovechando la presencia del pájaro le dijo: “¡Ah! Eres un pájaro hermoso. Ayúdame. Mientras estés volando por ahí, mira por todas partes a ver si encuentras a mi hija, y si la ves, dile que su padre la espera al lado de la ciénaga.”. La urraca voló directamente hacia el lado de la manada y al ver una muchacha, se le acercó y le dió el mensaje que le había enviado su padre. Ella le pidió que por favor no hablara tan alto porque si los escuchaban los matarían y le dijo “Vuelve y dile a mi padre que espere”. Cuando el toro se despertó, pidió a la mujer que vaya en busca de agua. Entonces ella aprovechó para ir a ver al padre y le dijo que tendrían que esperar a que el toro vuelva a dormirse para poder escapar. Cuando la joven volvió al lugar donde los toros se encontraban, el gran toro se dio cuenta de la presencia de otra persona y mugió tan fuerte que los demás miembros de la manada se levantaron y fueron en busca de aquel hombre. Al encontrarlo, lo pisotearon, lo engancharon con sus cuernos y lo volvieron a pisotear, una y otra vez, hasta que ni siquiera se pudo ver un trocito de su cuerpo.
Al ver a la muchacha llorar, el gran toro le dijo: “Ah, lloras por tu padre. Quizás ahora puedas comprender lo que nos ocurre a nosotros. Hemos visto a nuestras madres, padres y otros miembros de la familia arrojados por las paredes de las rocas y degollados por tu gente. Pero tendré piedad de ti. Te daré sólo una oportunidad. Si puedes hacer que tu padre vuelva a la vida, podréis volver con vuestra gente”. La mujer se volvió a la urraca y le pidió que busque en el barro donde estaba el cuerpo aplastado de su padre un pedacito de él. El pájaro voló hasta el lugar y rescató una vértebra y se la llevó a la joven. Esta colocó el hueso sobre la tierra, lo cubrió con su manta y cantó cierta canción. Luego, descubrió la manta y ahí yacía el cuerpo muerto de su padre. Volvió a cubrirlo y siguió cantando. Cuando volvió a descubrir el cuerpo su padre ya respiraba. El gran toro, al ver el poder sagrado que poseía el pueblo que representaba la joven, les enseñó su danza y canto, ya que esos serían los medios por los que los búfalos matados por la gente para su alimento serían devueltos a la vida. Todos los búfalos bailaron y cantaron. Al terminar el toro les dijo: “Ahora volved a casa y no olvidéis lo que habéis visto. Enseñad esta danza y esta canción a vuestra gente. El objeto sagrado de la danza será una cabeza de toro y una túnica de búfalo. Todos los que bailen deben llevar estos elementos.”
Este y muchos otros relatos, dan cuenta de que antiguamente se creía que la mujer tenía en sus manos la capacidad y el conocimiento acerca de la creación y la perdurabilidad de la vida. Eran tiempos, quizás, en que lo sagrado encontraba espacio en cada nacimiento, en cada alimento, en cada día transcurrido y en cada saber acerca de la vida y de la naturaleza, que pudiese ser transmitido a los nuevos miembros de la comunidad, para la supervivencia y continuidad de la vida. Urano en tauro quizás podría despertarnos a la conciencia olvidada de que el deseo y la capacidad creadora de la mujer están íntimamente ligados, así como lo orgánico y lo trascendente también lo están.
El patriarcado y los feminismos.
El comienzo del fin del patriarcado.
El tránsito de Urano en tauro, en consonancia con las transformaciones que aporta Plutón a los arquetipos masculinos y a la ley patriarcal en su tránsito por Capricornio, permitirá empezar a encontrar la forma en la que vamos saliendo del patriarcado, la forma en la que se irán construyendo cuerpos, hábitos, amores, deseos y multiplicidades no patriarcales. En el reencuentro de Urano con Gea, podremos entrever qué había antes de la ley del padre, y tratar de encontrar ahí algo que nos permita profundizar los cambios que se han gestado en los últimos siglos, no sólo en relación al rol de la mujer; sino también a la profunda transformación del rol de los varones que ya poco tiene que ver con ese rol del trabajador asalariado que estructuró su expresión moderna.
Podemos tomar algunas muestras históricas para ver cómo impacta el tránsito de Urano por Tauro en el movimiento sufragista. En 1776, por accidente, las mujeres votaron por primera vez en Nueva Jersey (tan ocultas las mantenían, que no se dieron cuenta que la denominación persona las incluía). Urano acababa de salir del signo de Tauro. En el siguiente siglo ocurre lo mismo: comienza a extenderse el voto femenino restringido y como un fenómeno minoritario en algunos países cuando Urano sale de tauro y entra a géminis. De nuevo con el tránsito de Urano por géminis, se publica el segundo sexo dando lugar a la segunda ola del feminismo.
Es interesante pensar el rol de la mujer en la revolución francesa, y cómo se transforma su rol social a partir de estos grandes cambios políticos. Del mismo modo, podemos ubicar en la revolución industrial el nacimiento del rol femenino que conocemos en la actualidad (la mujer que vive dentro del hogar, que cuida de sus hijos y no trabaja en el mercado, sino que hace el trabajo no remunerado para que su marido pueda traer el pan a la casa). Los grandes cambios sobre los que venimos trabajando, van construyendo esta transformación de la forma en la que se habita la identidad femenina, y cómo esa identidad dialoga con la sociedad y la política.
Los cambios que produce este tránsito son profundos, afectan nuestra relación con la vida y con la capacidad de crearla y reproducirla.
La Ciencia y su intervención en el cuerpo de la mujer.
El tránsito de Urano en Tauro traerá a un primer plano el diálogo de la gestación y el parto con los avances técnicos y científicos. ¿Cuál es el punto en el cual el avance tecnológico deja de ser un apoyo para convertirse en una invasión sobre el cuerpo y sus saberes? El conocimiento médico implica desconfiar de la sabiduría del cuerpo, de la sabiduría instintiva de la mujer. ¿Quién sabe más? ¿La mujer sabia que tenemos dentro o la ciencia?
Por un lado, asistimos a un perfeccionamiento en las tecnologías que intervienen en la gestación, como la inseminación asistida que ha comenzado a integrar la inteligencia artificial, o ecografías 4D. Por el otro, las tecnologías de intervención en el parto dejan de tener una relación con las urgencias o la necesidad, para pasar a ser prescripciones más cercanas a las necesidades del médico que a la situación de la madre: las cesáreas programadas ganan terreno sobre los partos naturales a tal punto que hasta la OMS está advirtiendo los efectos colaterales. No negamos la necesidad de seguir avanzando en estas técnicas que permiten la supervivencia de muchas madres y bebés, sino que marcamos que el tránsito de Urano en tauro pondrá sobre la mesa su prescripción por defecto: la búsqueda de hacer previsible todos los detalles del parto, seguramente traerán consecuencias imprevisibles que este tránsito manifestará. La cesárea programada pocas veces es por necesidad, y ha ido ganando terreno al parto natural sin que se hayan hecho estudios de peso para determinar los efectos colaterales de los partos por cesárea. Vamos perdiendo el respeto a los procesos biológicos que nos sostienen como especie, los vamos considerando variables mensurables y entendibles. Por ejemplo, al inyectar oxitocina a la mujer que está cerca de parir, se inhibe la producción natural de esta sustancia y no solo se reduce la cantidad que seguirá produciendo esta mujer durante la lactancia, sino que se inhibe la producción de esta hormona a las sucesivas generaciones. Los alcances de este problema nos son tan desconocidos como lo era para el Doctor Frankestein la monstruosidad de la creación que generó buscando la vida eterna.
Y es que la búsqueda uraniana de la perfección genera muchas veces monstruosidad, la monstruosidad de no aceptar lo que es, la forma en la que va vida se despliega y nos habita. En el tránsito de Urano por tauro esto tenderá a ponerse en primer plano. La monstruosidad de este tránsito puede expresarse en un avance significativo en el área de la fertilización asistida con selección genética, que daría a los nazis una herramienta mucho más precisa para eliminar las deficiencias de la raza que la tosca e impopular cámara de gas que les brindó la ciencia en sus días. La posibilidad de seleccionar los genes que se reproducirán en adelante da una herramienta que puede ser tremendamente peligrosa, y que incluso cuesta ver como beneficiosa en comparación con sus potenciales desvíos.
Asistimos, en este ámbito, a un ejemplo un poco fuerte de lo que significa ese gesto mítico de Urano apropiándose de la dirección y la decisión sobre lo creado por Gea. Algo interesante que podría traer este tránsito es la posibilidad de reencontrar estas tendencias antagónicas entre los saberes ancestrales y saberes los científicos. Tal vez Respetando esa capacidad creadora de lo femenino podamos utilizar colectivamente la ciencia. Respetando el derecho a decidir que una mujer tiene sobre su cuerpo, sobre su vida y sobre su maternidad.
Útero. Cuerpo, creatividad múltiple.
un útero es del tamaño de un puño
en un útero cabe una silla
cabe un médico todos los médicos cupieron en un útero
lo que no es poco
una persona cabe en un útero
El útero es del tamaño de un puño, Angélica Freitas.
Es interesante ver la intersección entre a creatividad uraniana y la capacidad de crear taurina. En Acuario asociamos la conexión con lo celeste con la capacidad de crear, con cierta capacidad inventiva, con lo que llamamos creatividad. ¿Quién es creativo? Alguien que puede hacer una publicidad graciosa o un cuento curioso o algo que llame la atención. Digamos que, como habilidad social, es casi tan valioso como saber hacer malabares con bananas. El signo de acuario y su regente, Urano, no tienen que ver con la capacidad de escribir un cuento o con la capacidad de componer una canción. Nuestro registro de lo creativo uraniano tiene que ver, de nuevo, con el registro de que algo o alguien se acerca a la ley celeste y manifiesta algo de ella: de ahí nace la resonancia que sentimos con lo creado. No queremos decir que, por ejemplo, una publicidad no resuena en ninguna cuestión humana profunda, queremos decir que resuena en las estructuras que se generaron en resonancias anteriores, y a eso, tal vez, podamos llamarle reproducir y asociarlo más a Neptuno, ya que se centra en resonar en lo que ya circula y no en traer nuevos elementos a la circulación. Claro que siempre la creación humana reproduce: el lenguaje siempre pre-existe, sea visual, lingüístico o gestual. Lo cierto es que la creatividad Uraniana trae algo que a la luz de Tauro se entiende con bastante claridad. En este primer signo de tierra de la rueda zodiacal, tenemos una gran referencia: el útero como espacio en donde se crea la vida. Ahora bien, en un útero caben todos los médicos, los psicoanalistas, los pizzeros, los políticos. Sabemos muy poco de las particularidades de la vida que se crea en el interior de un útero, y todavía menos de las resonancias placenteras que circulan en él (tenga o no, haya tenido o no, un feto en su interior). Cuando un feto crece dentro de un útero ni siquiera sabemos si sobrevivirá, y aparece casi directamente nuestra relación con lo celeste. Les que creen en el azar, pensarán en la suerte, les que creen en dios, pensarán en él: barbudo y altivo. Les que creen en google, buscarán imágenes de la semana x de gestación para comprobar si el feto es un poroto o una mandarina. El grado de receptividad que plantea la energía taurina es tan profundo que haciendo una escucha limpia, logramos conectarnos con lo metafísico casi directamente. El misterio del cielo y el misterio de la tierra responden a una misma ley. Una es el reflejo de la otra y viceversa. El receptáculo que el útero representa es conocedor de aquel misterio y participa de él. No casualmente el Buda es de Tauro. Urano y Tauro entonces, traen esa fuerza en su unión. Esa fuerza anterior a la lógica social que estructura nuestro mundo.
Humanidad Cyborg
Por otra parte, es interesante pensar qué pasa en la relación del cuerpo biológico y las prótesis técnicas. Si consideramos como Cyborg un cuerpo biológico al que se añaden componentes tecnológicos, tal vez Urano en Tauro se encargue de aclarar que todo cuerpo es Cyborg. Organizamos nuestro cuerpo y al hacerlo lo atravesamos de conceptos, algunas zonas son jerárquicamente superiores a otras. Tanto el ano como el pene y la vagina son zonas erógenas, pero construimos nuestras identidades corporales en los genitales y no en el largo de los lóbulos de las orejas, que para otras culturas determina la edad, el sexo y la belleza de los miembros de la comunidad; así como en algunas culturas la importancia dentro de la comunidad está dada por el tamaño del plato que se colocan en el labio inferior, o la belleza de una mujer está determinada por la pequeñez de sus pies. En muchos lugares del mundo, la propia supervivencia del cuerpo biológico depende de implementos técnicos como la ropa, una casa, el fuego; y es difícil pensar el cuerpo humano por fuera de estas realidades. El avance de las tecnologías produce en muchos casos la atrofia de funciones corporales biológicas. El cuerpo pierde fuerza y firmeza en la medida en la que la fuerza la hacen siempre las máquinas, la técnica. Es interesante pensar en el concepto de cyborg porque esa imagen en la que un cuerpo humano con prótesis robóticas se vuelve super fuerte resuena en un imaginario en el que la ciencia y la técnica producen cosas superiores a la naturaleza. Sin estar a favor o en contra de ninguno de estos polos, nos interesa advertir las tensiones que puede traer este tránsito en este aspecto. Tanto un retorno a tiempos pre-técnicos como separarnos demasiado de nuestra naturaleza pueden traer consecuencias devastadoras. Según algunas investigaciones, el uso exacerbado del Neo Cortex inhibe el uso del cerebro primitivo. Mientras más enfatizamos el uso de nuestras habilidades sociales y técnicas, más se atrofia el saber que aporta lo más elemental de nuestro cuerpo físico. Algunos investigadores encontraron una relación directa entre el tamaño del neocórtex y la cantidad de miembros que forman el grupo social del sujeto investigado. Mientras más grandes los grupos sociales, mayor es el neocórtex. Esto da un indicio de que el desarrollo y evolución del neocórtex (y de la inteligencia) fue impulsado principalmente por la necesidad de mantener complejas relaciones sociales (como la cooperación, la competencia, la alianza, el engaño, etc). La evidente relación entre el tamaño de una ciudad y la desconexión del propio cuerpo que tienen sus habitantes tal vez nos de una pequeña muestra de las tensiones que traerá aparejado este tránsito en este ámbito.
El Placer sensorial y su transformación.
¿Cómo puede intervenir Urano en la forma en la que disfrutamos de los placeres sensoriales? Las primeras exploraciones en la cocina química (que altera nuestra forma de incorporar el sabor de los alimentos utilizando inhibidores de algunos receptores de las papilas gustativas) están dando buenos resultados y se evalúa incorporar este tipo de tecnologías a la alimentación de los astronautas. Por otra parte, los alimentos van reduciendo cada vez más la intensidad y calidad de su sabor, abriendo un nicho para la comida eco y para la invención de sistemas sofisticados que permitan la generación de sabores sintéticos. Vaticinar si esto ocurrirá o no es futurología (que no es la intención de este trabajo, aunque cada tanto nos tentemos), pero partiendo de la base de que no solemos tratar de solucionar los problemas sino sus manifestaciones, y que cuando una solución genera un producto rentable es usualmente mejor recibida que cualquier solución que limite la rentabilidad económica, es más sencillo imaginar alimentos a base de soja y trigo con saborizantes químicos idénticos al natural que remeden un plato que cocinaba nuestra abuela durante toda la mañana.
Por otra parte, el tacto participa cada vez más de los procesos de digitalización, volviéndose una herramienta fundamental para la precisión que requiere el uso de las interfaces de las nuevas tecnologías. Las pantallas touch expanden su reinado a todas las interfaces imaginables. Incluso asistimos al desarrollo de robustas pantallas táctiles ultra resistentes a las rayaduras, para la tecnología agrícola. La fuerza, cada vez más, será algo que necesitarán hacer las máquinas y los animales, pero les humanes estaremos cada vez más cerca de manejar el mundo con las yemas de los dedos. Esto genera muchas cosas interesantes y curiosas, sin duda resistidas por nuestros amigos arianos, e incluso por los propios taurinos: la tecnificación reduce los espacios de placer. Cuando les humanes resonamos con Urano eso no nos lleva precisamente a buscar el placer sensorial, sino que tendemos a buscar la perfección, la innovación que en muchos casos considera poco si es o no más placentera la vida que vivimos.
Desde aquí, podemos también mencionar los significativos avances en juguetes sexuales robotizados, en los que se comienza a implementar la inteligencia artificial. El reino taurino de la sensualidad se verá significativamente atravesado por las nuevas tecnologías, no sólo por la robotización de los juguetes eróticos y la posibilidad de convivir con sex dolls en lugar de compartir la vida con mujeres reales (cosa que sucede actualmente como tendencia incipiente) sino también por la pornografía digitalizada, las aplicaciones para concertar citas sexuales que actualmente usan millones de personas, la extensión de los sex-shops y su virtualización, y un sin fin de elementos más que arribarán a situaciones como la actualidad japonesa, en la que la industria del sexo tiene cada vez más que ver con la sensualidad que con la sexualidad, y los bares en los que se permiten vivir fantasías ganan terreno sobre los clásicos prostíbulos.
Por otra parte, parece interesante traer aquí a colación que Urano rige el sistema nervioso. Si bien la única función de este sistema no es el placer, es cierto que es a través de las terminales nerviosas que circulan los elementos mediantes los cuales nuestro cerebro recibe la orden de producir las sustancias químicas que genera el placer. Oxitocina, endorfina, dopamina, son sustancias que marcan la experiencia placentera y cuya producción está íntimamente relacionada con el sistema nervioso. Podemos pensar, entonces, que este tránsito uraniano traerá ciertas posibilidades de descubrir nuevas formas de sentir y producir placer. Nuestra forma de relacionarnos con la sensopercepción sin duda será algo que veremos cambiar en los próximos años.
El Amor Taurino
Venus, regente de Libra y de Tauro, habla del amor. En Libra el amor tiene que ver con el vínculo entre les amantes. Quienes se aman establecen un vínculo, adhieren con más o menos facilidad a ciertas instituciones amorosas en las que se refugian, se encuentran con lo diferente y se vinculan. En Tauro, en cambio, el amor no resuena en el vínculo sino en el placer y en la entrega: en la capacidad de recibir amor como flujo deseante y placentero, en la capacidad de darle lugar al amor, de darle espacio y tiempo para que crezca y se expanda. Pero principalmente, el amor en lo taurino se ve reflejado en esa fuerza que hace posible la vida. Es decir, si el amor no fuese placentero y embriagador, no nos vincularíamos entre hombres y mujeres y tendríamos hijes, por ejemplo. Si una madre no amara incondicionalmente a sus hijes, probablemente no sobrevivirían. Incluso ver animales hembras con sus crías, cómo les cuidan, cómo son capaces de cualquier cosa por ellos, hasta que pueden valerse por sí mismos. No es casual que el mismo paquete de hormonas que interviene en el orgasmo, intervenga en el momento de un parto, durante la lactancia y cuando miramos a nuestres hijes a los ojos. La vida de las especies y de la tierra no sería posible si no fuésemos capaces de sentir eso que nosotres llamamos amor. Es lo que nos permite el registro de las necesidades del otro, tanto físicas y nutricionales como emocionales y espirituales.
Tauro nos permite hacer crecer adentro aquello que el amor genera. El centro de la escena del amor taurino no lo ocupa el/la otre, sino lo que me hace sentir, y en tal caso lo que le hago sentir: mi forma de seducirle, de atraerle hacia mí. Un riesgo implícito en este modo de ir al amor es el apego y la necesidad de que el/la otre siga ahí, haciéndome sentir aquello que disfruto. Cuando este sentimiento se vuelve demasiado central, no nos deja ver que la entrega, la receptividad con la que me entrego al amor son la medida del placer que soy capaz de sentir. La medida de la potencia del amor Taurino está dada por la capacidad de abrirse, no controlar. Cómo mi útero deja crecer el placer, haciéndolo resonar en su espacio vacío; cómo mi cuerpo se abre por el perineo haciendo que el pene pase a un segundo plano y el placer de ser penetrade por el/la otre trascienda el género. Recibir en el cuerpo, que se abre, el amor de le otre, el placer de le otre. La medida de la impotencia del amor Taurino, es la medida en la que cedo el papel activo, dejo que el otro me haga y me limito a disfrutarle. No es que alguien hace crecer en mí el placer, sino la entrega mutua a eso que crece y alimenta.
Tierra y trabajo.
La presencia del presente.
Ahora es ahora es ahora
Un concierto de gorriones gritando
El ahora entero
H. Padelleti
El despliegue de las energías uranianas en el signo de Tauro tensionará también la tendencia a considerar el pasado primitivo de nuestro mundo moderno como el paraíso perdido al cual volver. El signo de Tauro se siente muchas veces tentado a considerar que una vida “al natural”, “como era antes” es más plena y disfrutable. Es esperable que en la tensión con Urano se de esa polarización. Urano no habla del futuro, sino de la ley celeste que rige los movimientos del todo, pero en nuestra percepción humana, nos da la sensación de que quien conoce esa ley, conoce el futuro. Lo que hace une astrologe cuando mira el cielo no es ver el futuro, sino observar las lógicas con las que se compone el presente, imaginando que mañana se compondrá con las mismas leyes.
Vivimos en un tiempo que sobrevalora el futuro como dispensario de revoluciones tecnológicas que cambiarán radicalmente nuestra forma de vida trayendo alivio. Estamos permanentemente alertas de lo que pasará, preguntándonos cuál será la primera de las amenazas apocalípticas que explotará ante nuestros ojos incrédulos. Vivimos en un tiempo que sólo parece poder ubicar la relación con el presente en el pasado o en el futuro. Les que esperan la revolución e intentan cambiar el mundo se enfrentan a les que intentan mantener el estado de cosas con la esperanza de encontrar el camino de regreso hacia el paraíso. En la desesperada carrera contra el tiempo, ambos olvidan el presente, ambos dejan de lado la inexorabilidad del tiempo presente, y su amplitud.
Urano no habla tanto del futuro como de las fuerzas con las que logramos inventar más capas de presente, multiplicar las formas y manifestaciones de la vida, inseminar con la lluvia dorada de la creatividad las receptivas tierras de Gea. Y Tauro no habla tanto del pasado como de la lentitud con la que es posible apreciar que la eternidad está aconteciendo a cada instante. Ni Urano nos trae el paraíso, ni Tauro nos devuelve a él, pero su encuentro tal vez nos ayude a encontrarnos que El ayer es historia, el mañana es un misterio, el hoy es un regalo: por eso se llama presente, como dice la tortuguita de Kung Fu Panda.
Somos lo que comemos.
Si Urano refiere a las innovaciones en materia científica y técnica, seguramente traerá una enorme transformación en la forma en la que logramos que la tierra nos brinde su exuberancia. El movimiento de urano a través de tauro puede acentuar una tendencia que comenzó hace varias décadas en el trabajo agrícola, abriendo la posibilidad a que una profundización en este proceso haga que este área de la economía sea radicalmente transformado. Es probable que aparezcan, junto con la enorme innovación, conflictos súbitos que manifiesten lo que implica esta determinada relación con la tierra, la producción y la capacidad de generar alimentos a través del movimiento de la vida. También es esperable que veamos crecer una corriente que reclame dejar de usar agrotóxicos y volcarse a los cultivos orgánicos. Tal vez lo más interesante sería encontrar la forma en la que la capacidad enorme de crear implementos técnicos no fuera en el sentido meramente mercantil, sino que trabajara también pensando en reducir el impacto que tienen nuestras formas de producir para les demás humanes y el resto de las especies de nuestro planeta. Es posible que en esa tensión, algo permita cambiar radicalmente el modelo productivo para reconectar los saberes tecnológicos con la lógica ancestral que hace que la vida se sostenga a sí misma. Los cultivos orgánicos encuentran sustentabilidad apoyándose en la vida de millones de microorganismos capaces de producir los fertilizantes que en la agroindustria se añaden con químicos. La radicalización del sistema productivo agrícola actual no sólo tiene consecuencias sobre la capacidad productiva de la tierra y en la supervivencia de las demás especies. Este sistema también afecta el valor nutricional de los alimentos que consumimos. Para suplir las deficiencias que se generan en este sentido, apelamos a todo tipo de suplementos dietarios que se producen en la industria farmacéutica, una de las más poderosas del mundo. Nuestro concepto de salud está atravesado por los intereses económicos de esta industria. El paradigma intervencionista se impone también sobre el concepto que tenemos acerca de la alimentación, promoviendo soluciones a corto plazo y asegurando una cadena infinita de sucesivas intervenciones, cada una más rentable que la anterior. Esta cadena resulta muy beneficiosa para los laboratorios, que se aseguran trabajo por largo tiempo, pero resulta un gasto desmedido de recursos naturales que eran capaces de satisfacer las demandas nutricionales de les individues antes de que estas invervenciones sucedan.
Por otra parte, los avances en materia de robótica transformarán profundamente nuestra relación con el trabajo. El debate acerca de qué hacer cuando se reduzca drásticamente la necesidad de mano de obra para producir las mercancías necesarias está vigente desde hace algunos años en esferas elevadas de nuestra sociedad globalizada, y en las cabezas de los líderes políticos de las primeras potencias. Algunos países socialdemócratas comienzan a pensar seriamente en la idea de una renta universal, e incluso han habido plebiscitos para que los ciudadanos decidan si promulgar o no una renta universal. Y esto es interesante, porque el único problema no es que la gente muera de hambre y pierda su hogar a causa de la reducción de los puestos de trabajo, sino que esto implica una espiral que podría acabar con todo, ya que también se reduciría la cantidad de consumidores capaces de comprar los productos que producen la fábricas y sectores agrícolas robotizados. El capitalismo y el increíble desarrollo técnico se muerden la cola, empezando a demandar otras lógicas de organización de la realidad.
Recordemos que este tránsito de Urano en Tauro comienza cuando Plutón y Saturno transitando el signo de Capricornio, y casi al mismo tiempo que Quirón entra en el signo de Aries. Es probable que esto traiga la evidencia de lo que significa concebirse superiores al resto de los órdenes de la naturaleza. La pretensión de ser animales superiores se liga con la necesidad de superar nuestra condición mortal y el dolor que esa condición trae. Es probable que los tránsitos que atravesamos nos lleven a transformar nuestra relación con la naturaleza a través de elementos imprevisibles. En una de esas, esto quiere decir que viene el fin del mundo, pero es bastante más probable que la vida nos ponga en situación de ser bastante más humildes. Pretendemos controlarlo todo, pero, como viene sucediendo, la naturaleza se encargará de mostrarnos que nuestra visión del todo es siempre acotada. Las setenta y dos millones de abejas muertas, un río en San Luis que aparece de la noche a la mañana o la aparición súbita de una enorme grieta en el continente africano son algunas muestras de esa visión acotada y de lo poco que podemos conocer dentro de nuestra pequeña conciencia humana acerca de los movimientos de nuestro planeta.
Tal vez el principal eje de este tránsito en el campo de los alimentos, sea que nos permitirá ser más conscientes del lugar de donde viene esa sustancia que nos alimenta: no nos brinda alimentos solamente nuestro trabajo sobre la tierra, arando y preparando el campo, consiguiendo semillas, sino también una gran cantidad de procesos que desconocemos. El equilibro de la vida es profundamente delicado, tal vez hayan elementos que los desarrollos tecnológicos no tienen en cuenta a la hora de elaborar técnicas de cultivo. Por ejemplo: que la tierra fértil no depende de una cantidad abstracta de compuestos químicos disueltos en ella, sino de la vida que, habitando la tierra, genera esos nutrientes mediante procesos biológicos que tal vez generan cosas invisibles. La enorme cantidad de microorganismos y pequeños insectos que habitan un metro cuadrado de tierra de un bosque nativo es enormemente superior a las yermas tierras de cultivo que han sido arrasadas por los venenos de diseño. Tal vez Urano nos traiga un poco de esa conciencia. ¿Qué nos alimenta de la comida que consumimos? ¿cualquier método de producción de esos alimentos es válido? ¿lo único que importa es la cantidad de elementos químicos que incorporamos a nuestra dieta?
Urano y la riqueza
La tierra estaba de antes, señor.
Iban los ríos,
la lengua húmeda,
iban árbol arriba, a besar el tumulto donde empieza la vida.
(…)
Yo sé, señor,
yo he visto la noche sobre el campo,
su condición de estrella, su silencio pesado
y digo que no es cierto que puedan alquilarla,
que le alambren el torso, que le vendan la espalda,
porque la tierra entera pertenece a la noche,
al universo entero,
Urano, atravesando el signo de Tauro, abrirá la puerta para que aparezcan preguntas acerca de la riqueza. ¿Qué consideramos riqueza? ¿Eso que se intercambia en el mercado es algo que se produce o es algo que se consume? Se dice que los bienes se producen para el consumo, pero esa producción consume a su vez riqueza, no la crea. Las fábricas se alimentan de productos provenientes de la naturaleza, capaz de crear por sí misma, de la nada, con una lógica armónica y provechosa. No planteamos que haya que abolir el consumo de los bienes de los que la naturaleza nos provee (cualquiera sea el grado de transformación que le agreguemos), sólo sugerimos que, tal vez, Urano se encargue de recordarnos qué es producir, qué consumir y qué resultados trae la profundización del desequilibrio para una vida extremadamente delicada como la nuestra.
Por otra parte, es interesante pensar en el lugar que están empezando a ocupar en la economía las criptomonedas, que hasta ahora habían funcionado fundamentalmente como depósito de valor, como forma de atesorar. Las innovaciones tecnológicas permitirán acentuar una tendencia manifiesta que hace que cada vez más intercambios se efectúan con este tipo de dinero. Cada vez más tiendas aceptan esta forma de pago, aunque aún es incipiente y son pocas las transacciones efectivas en bitcoins y otras criptomonedas.
Lo interesante del Bitcoin es que plantea una lógica de circulación postcapitalista. El Bitcoin se caracteriza por ser descentralizado, es decir, no está respaldado por ningún gobierno o banco central. Se sustenta en la tecnología blockchain, semejante a un gran libro contable, público y distribuido, en el que queda reflejado el histórico de todas las transacciones, lo que lo vuelve difícilmente falsificable. Este nuevo registro de la riqueza, esta nueva codificación de la riqueza, habilita otras circulaciones independientes de los caprichos y las falsedades de los estados y los bancos centrales. Sin saber exactamente hacia dónde puede llevar esta serie de transformaciones, vemos con claridad que estas lógicas permiten la profunda interconexión a través de la internet, y serán algo que cambiará profundamente nuestra forma de relacionarnos con la riqueza. Viéndolo con esperanzas, podemos intuir que estas realidades que superan los estados y que se vuelven transversales habilitan a la humanidad a avanzar en el sentido en el que le tironea la era de Acuario.
Los lunes al sol.
Cuando unos pocos años después de la Revolución Industrial Ned Lud quemó dos telares estaba lejos de imaginar que reaccionaba ante un problema que marcaría a fuego a su época. La tecnificación acotaba las fuentes de empleo y pertenecer al ejército de reserva de desempleados era sumamente doloroso. Si algo consiguió frenar esta situación, esta sensación de que el progreso acotaba las fuentes de empleo, fue que una dosis mayor de progreso amplió los mercados hacia afuera y hacia adentro. El gran problema de esta época es que ya no hay afuera (tal vez por eso cobran cada vez más fuerza las búsquedas extraterrestres) y agrandar los mercados internos genera procesos políticos que muchas veces son complejos de llevar adelante, y que chocan, en el corto plazo, con la lógica de acumulación. El capital no funciona ordenadamente, eso es evidente. Y sin duda la lógica estatal tampoco logra resolver los problemas que la vertiginosidad de la vida moderna trae, por el simple hecho de que la pobreza estructural genera corrupción estructural, y se vuelve inviable cualquier sistema de regulaciones. Países como suiza tiene altísimos impuestos y el estado participa muy activamente en la vida de sus ciudadanos, pero este modelo no es tan sencillo de copiar y pegar en países pobres en muchos casos porque la forma que asume la democracia moderna se parece más a una trampa que a una forma de organizar el estado.
Es difícil esperar, entonces, que los estados centralizados den una respuesta eficiente a estos límites. Mucho más esperable es lo inesperado. La súbita aparición de un planeta que colonizar, el descubrimiento de la forma en la que es aprovechable una forma de energía hasta ahora improductiva, abruptos descubrimientos científicos que lo revolucionen todo, o el drástico descenso de la población mundial a través de algún cataclismo natural o bélico. El problema del desempleo no es que la robotización haga innecesaria la mano de obra, sino que ya no hay mercados para vender nuevos productos. Si los hubiera, se abrirían cientos de millones de fábricas con pocos empleados, cientos de millones de empresas de servicios, cientos de millones de oficinas de venta de intangibles. El problema es que se acaba el mercado, pero también que si el mercado sigue creciendo amenaza con colapsar haciendo colapsar la vida de los consumidores.
La inteligencia Artificial está trayendo una vieja pregunta de la ciencia ficción a un presente brumoso que se profundizará en los años venideros: ¿sueñan los androides con ovejas eléctricas? Las variadisimas y en algunos casos inquietantes aplicaciones de la inteligencia artificial marcan un enorme avance científico y técnico, pero también una dependencia cada vez mayor de aparatos tecnológicos que en muchos casos desconocemos los efectos secundarios que pueden llegar a tener. El sueño de crear seres animados, dotados de vida propia, es encarnado por uno de los arquetipos de Urano: el Doctor Fankestein. Las llamadas industrias 4.0 o fábricas inteligentes están desarrollando las nuevas tecnologías en el área de la Robótica, que probablemente se expresen en los próximos años. Desde el 2016 es un dato que circula en Davos la reducción significativa de los puestos de trabajo a partir de la robotización. Se calcula que cerca del 60% de los puestos de trabajo podrían ser reemplazados por robots en Alemania. No sólo se trata de los puestos industriales y de baja calificación, la inteligencia artificial y el desarrollo del software permite reemplazar analistas y oficios técnicos. Todo aquello en donde nos destacamos por ser eficientes y productives será reemplazable por robots. Tal vez la creatividad sea la única cosa irremplazable por un buen tiempo. Esa reducción masiva de puestos de trabajo, que se da porque por primera vez en mucho tiempo se destruyen más empleos de los que se crean (a nivel global), trae aparejada una reducción de los mercados, que traerá como corolario una consecuente espiral de contracción que seguramente será contrarrestada o enfrentada por algo que aún no nos es dable imaginar. Tal vez sea la propia creatividad humana la que inaugure nuevos mercados que sostengan el empleo llevándolo a permitir otra felicidad y vitalidad.
Por otro lado, el teletrabajo es otra tendencia que está cambiando a favor de la descentralización. Cualquier lugar con internet sirve como oficina de trabajo para una persona que sólo necesita realizar tales y cuales operaciones en su sitio de ventas o gestionar una empresa. Tal vez también se vuelva posible empezar a despegar la producción de dinero del trabajo. Se estima que, en un futuro no muy lejano, solo un tercio de la población vivirá del trabajo remunerado.
Sin dudas, Urano en Tauro va a cambiar profundamente el universo del trabajo, haciéndonos incursionar en nuevas formas de habitar la producción de riqueza, y su disfrute.
Urano y la castración. (Una deriva deleuziana)
LA CASTRACIÓN DE URANO
a. Urano engendró a los Titanes en la Madre Tierra después de haber arrojado a sus hijos rebeldes, los Cíclopes, al Tártaro, lugar tenebroso en el mundo subterráneo que se halla A la misma distancia de la tierra que la tierra del cielo; un yunque que cayera tardaría nueve días en llegar a su fondo. En venganza, la Madre Tierra incitó a los Titanes a que atacaran a su padre, y ellos lo hicieron, encabezados por Crono, el más joven de los siete, al que ella armó con una hoz de pedernal. Sorprendieron a Urano mientras dormía y fue con esa hoz de pedernal con lo que le castró el cruel Crono, asiendo sus órganos genitales con la mano izquierda (la que desde entonces ha sido la mano de mal agüero), y luego los arrojó al mar. junto con la hoz, desde el cabo Drépano. Pero algunas gotas de la sangre que fluía de la herida cayeron sobre la Madre Tierra, y ésta dio a luz a las Tres Erinias, furias que vengan los crímenes de parricidio y perjurio y se llaman Alecto, Tisífone y Megera. Las ninfas del fresno, llamadas Melíades, nacieron también de esa sangre.
b. Los Titanes pusieron en libertad a los Cíclopes que estaban en el Tártaro y concedieron la soberanía de la tierra a Crono. Sin embargo, tan pronto como Crono se encontró en el mando supremo volvió a confinar a los Cíclopes en el Tártaro, juntamente con los gigantes de cien manos, tomó como esposa a su hermana Rea y gobernó en Elide.
En este mito, el mito olímpico, vemos que el principio femenino es primero, y de él emerge el principio masculino que luego será quien entable una disputa profunda mediante la que estará en juego la forma en la que se construye lo humano. En el mito, es Saturno a través de la castración quien obliga a la profundísima potencia creativa de Urano a seguir una Ley que no permita destruir lo creado. Como decíamos antes, sin la intervención de Saturno, esas fuerzas cósmicas que representa Urano permanecerían invisibles para el ojo humano. Saturno materializa la creación uraniana acotándola. Este es uno de los simbolismos del mito: la necesidad de restringir la creatividad, encauzándola, para que no destruya lo creado. La forma en la que Saturno logra acotar esa enorme capacidad de fecundación uraniana es la castración. Los genitales de Urano son, como se ha dicho, arrojados al mar, creándose en ese movimiento a Venus, regente del deseo, la voluptuosidad, la belleza, lo femenino. Podemos decir que Saturno crea a Venus a través de la castración, no como gesto planeado sino como gesto casi accidental. También por accidente crea las Furias. Podemos ver, entonces, que a través de este mito el patriarcado construye una asignación de roles y funciones sexo-sociales que luego el psicoanálisis aggiornará a nuestro presente.
La mujer se subjetiva castrada, y el varón se subjetiva a través del miedo a ser castrado. La castración sería el castigo por el deseo incestuoso. Recordemos que Urano es hijo de Gea, con quien incestuisamente engendra las hierbas, los árboles, los animales. Saturno humaniza las creaciones de Gea aportando la Ley. El principio masculino pasa a ser entonces el que marca la ley, y en el principio femenino quedan relegadas todas las pasiones que quedan fuera de la ley. Venus simboliza la conexión con ese mundo voluptuosamente creativo. El amor, que Venus representa como regente de libra, será el espacio en donde podrá volver a vincularse lo reprimido y lo represivo. La Tierra y el Cielo se dividieron en una lucha mortal y luego se volvieron a unir mediante el amor.(…) La lucha mortal tiene que referirse al choque entre los principios patriarcales y los matriarcales causado por las invasiones helénicas. Dice Robert Graves.
Venus es regente de Libra y de Tauro. Como regente de Tauro, marca la forma en la que el rayo cósmico uraniano se manifiesta en la sustancia: la vida, lo vivo, la exuberancia de lo vivo. Podemos decir que es la Venus que brinda materia haciendo dialogar las fuerzas cósmicas con la sustancia psíquica, representada en el mar en donde caen los genitales de Urano en el mito. Como regente de Libra, habla de la forma que tenemos de volver a encontrarnos con esas fuerzas cósmicas: libra representa la conciencia humana, espacio en el que volvemos a lograr la conexión con esxs dioses caprichosxs y azarosxs que rigen el cosmos del que hemos sido hechos a imagen y semejanza (como es arriba es abajo). Libra permite la unificación con lo otro a partir del amor, cosa que se experimenta primero en un plano mundano a través de los vínculos amorosos. Pero, como dice deleuze: Mas siempre hacemos el amor con mundos. Y nuestro amor se dirige a esta propiedad libidinal del ser amado, de abrirse o cerrarse a mundos más vastos. En algún momento de la experimentación amorosa, se cae en la conciencia de que la sexualidad es una forma de conectarse con esas fuerzas cósmicas que la Ley saturnina-patriarcal dejó del otro lado del velo de la represión para permitir la construcción de una subjetividad relativamente sólida.
Sigamos a Deleuze un poco más: la castración es el fundamento de la representación antropomórfica y molar de la sexualidad. La castración de Saturno a Urano crea a Venus, una representación literalmente antropomórfica del deseo, que simboliza la fecundidad Uraniana, la creatividad uraniana ajustada a lo que la ley saturnina marca como real y socialmente válido. Los amores que aceptan las estructuras de la familia, reproducen una estructura social en su seno, se ponen al servicio de esas estructuras sociales en lugar de ponerse al servicio de la transformación, de la multiplicación de conexiones, de la creación de escenarios vinculares en los que sea posible habitar todes les que somos, todos nuestros sexos. Sin dudas la ley saturnina permite la pervivencia de lo creado con la fuerza uraniana, pero en su traición castradora se termina enredando en la trampa, y produce ahora el encierro de lo creado por considerarlo no ya imperfecto, sino ahora fuera de la ley: Saturno encierra de nuevo a los Cíclopes en el tártaro. La trampa aquí no es que la ley nos permita la estructura, sino que la ley es codificación del deseo, y que ponerla sobre él es invertir el movimiento. La prohibición del incesto que encarna Saturno inhibiendo el contacto madre-hijo (Gea es madre de Urano) permite un movimiento de construcción de subjetividad que ha ido tomando, en las diferentes culturas, diversas formas. Lejos está de ser lo único posible esta castración, lo único deseable este Edipo.
Dejarse atravezar por el deseo implica aceptar la castración de la que Venus emerge. Ese es nuestro modo humano de encontrarnos con lo creativo: una fuerza que atraviesa a (y se atraviesa de) la sexualidad. Una fuerza que nos vuelve capaces de vincular nuestro costado mortal, la parte abierta a la vida y a la muerte, y nuestro costado inmortal: la parte que es. En nuestra sexualidad vibra la conexión con el cielo, y desde ahí la vida se abre a la reproducción, al placer, a lo creativo. Escuchar el deseo es darle lugar a lo que la ley humana no puede controlar, y por tanto recordar los límites propios de nuestra condición humana.
Todos nosotros, todos, todos
tratando de salvar
nuestras almas inmortales.
(Raymond Carver)
Podemos resumirlo en términos simples. No es la castración y la falta lo que origina el deseo. La castración reconduce el flujo deseante a una codificación subjetiva determinada. O sea: la ley con la que saturno limita a Urano inscribe una determinada forma de existir de Venus, que es quien habla del deseo. Pero esa Venus surge de Gea, quien se desdobla creando a Urano, que luego será castrado. Gea es, entonces, el caldo de donde emergen todos los elementos, y Saturno nuestro modo humano de vincularnos con esos elementos inhumanos. No es que la falta genere el deseo, sino que la falta (la castración) codifica el deseo. Imposible no ver el deseo en los niños antes de atravesar la castración. Imposible no ubicar el deseo previo a la ley del incesto: la ley del incesto es una reglamentación que inhibe la circulación de deseo entre ciertos lazos de parentesco. No se trata de violar la ley del incesto, sino de poder ubicar de donde viene en realidad el deseo, cuál es su fuente.
Urano en Tauro permite, en un nivel micropolítico, volver a escribir los mitos sobre los que fundamos nuestra sexualidad y nuestra sociedad, aunque es un desafío que tal vez tome algunos ciclos más poder completar.